Nunca consigo terminarme las uvas a tiempo, por pequeñas que las escoja, o todo lo firme sea mi inicial intención de tragarlas semi enteras con cada campanada. Nunca he podido evitar que el nudo que me aparece en la garganta durante los cuartos, sea el motivo real de tal fracaso.
Inquietud, nervios, tristeza por lo que se va, e ilusión por lo que llega, son los componentes fundamentales para que los primeros minutos del Año Nuevo estalle en un "mix emocional" entre risas, llanto disimulado, besos, abrazos y deseos de felicidad para todos...
Os deseo una feliz noche en compañía de aquellos a los que amáis, y que el año que entra sea muy bueno, en el sentido que cada uno necesite.
¡Muchos besos para todos!
Berni.
Sábado 31/12/11.