Le he dicho a Ana:

“Magnífica y emotiva entrada.
Quisiera aprovecharla para, sumándome a tus sentimientos y miedos, llamar la atención a todos los responsables de otra enfermedad de similares consecuencias, la enfermedad de la división afectiva, esa que los hace difíciles, rebeldes, negativos, que los hace sufrir, fracasar en los estudios, crecer en el dolor,... y que surge de la utilización que de ellos hace esta sociedad maniquea cuando se los reparten como un botín afectivo tras los fracasos de pareja.
Me alegro y te felicito por el resultado de tu esfuerzo.”

Y te digo a ti, Berni:

Gracias por contagiarnos de tan espléndido optimismo.

Gracias, se con certeza que tu alma se alegra, porque quien está alegre necesita expresarlo como tú has hecho aquí. Algo que tengo que decir es que parte de ese tesón y energía los he sacado de interactuar con AMIG@S que como tú habéis sabido apoyarme y animarme en los peores momentos. Un besazo enorme y gracias por esta entrada. Anoche escuché a Rosana, y sí, mejor vivir sin miedo.

Creo que la alegría y el optimismo se potencian y aumentan si se comparten, algo aplicable a todo lo positivo.

Gracias a vosotros por contribuir a ello.