Hoy por fin he vuelto al rincón después de varios días de ausencia. Y lo hago para contaros el concierto que George Michael dió en el Palacio de los Deportes el pasado 25 de Septiembre. Sí, ya sé... un poco más y esto podría parecerse a los relatos que cuentan los abuelos y que comienzan con "pues hace muchos años que...", pero el tiempo pasa demasiado rápido, y de verdad que me faltan horas en el día para hacer todo lo que deseara. Leer otras bitácoras y escribir en la mía propia son tareas que últimamente me resultan imposibles...
Al concierto acudí con mi gran amiga Camino, lectora y comentarista habitual del blog que muchos de vosotros ya conocéis.
Un par de horas previas al evento, en la plaza de Felipe II (donde se encuentra el pabellón), se notaba un ambientillo fiestero, sin un sólo asiento libre en las terracitas de los bares colindantes. Multitud de transeúntes inundaban las calles, disfrutando del entorno y de la temperatura estupenda que nos brindaba esa tarde de domingo.
Una cervecita, un "menú concierto" (pedazo perritos nos apretamos...), escasos minutos de cola... y a las nueve y media de la noche nos encontrábamos aposentadas en nuestras butacas de la grada dos, emocionadísimas, como podréis imaginar, a la espera del inicio del espectáculo.
El escenario lo cubría un enorme y enigmático velo rojo, lo cual incrementó nuestra ansiedad por ver lo que aparecería tras él. Tuvimos que esperar media hora más hasta que sonaron las primeras notas, circunstancia que impacientó a parte del público, aunque la mayoría de los doce mil fans allí congregados demostraron ser bastante comprensivos.
Sobre las diez de la noche
se hizo la oscuridad total, y un efecto estrellado de luces surgió de detrás de aquella gasa, que continuaba envolviendo el escenario como si de un manto de estalactitas se tratase. La potente voz del cantante comenzó a inundar todos los rincones del Palacio con las primeras estrofas de "Through" y unos minutos más tarde se desveló la disposición de la orquesta sinfónica en un entorno cuanto menos sorprendente. Una imagen abstracta se proyectaba sobre el fondo, creciendo progresivamente y alimentada por las notas de la melodía, llegando a invadir la totalidad del decorado al final de la canción. A esta fascinante entrada le siguió una
personal versión del "My Baby Just Cares For Me" de Nina Simone. "Understand" fue el tercer tema que escuchamos, y que dió paso a un concierto bastante intimista, protagonizado por canciones lentas, algunas un tanto melancólicas, de esas que erizan la piel y emocionan... La capacidad del cantante para conmover a su público quedó bien patente tras la interpretación de temas como
"Cowboys and Angels" (me encanta),
"Kissing A Fool" (estupendísima, como siempre),
"Let Her Down Easy" (De Terence Trent D`Arbey, cuánto tiempo hacía que no la escuchaba), o
"You Have Been Love", dedicada a su madre (llegado a este punto, no pude evitar lloriquear un poquito... megamoñas que es una...). Después pudimos disfrutar con
"Idol", de Elton John (sólo he encontrado el vídeo del enlace, de unos segundos de duración). Yo personalmente no lo había escuchado nunca, y creo que Camino tampoco, pero las dos coincidimos en que nos gustó muchísimo... Con el excepcional
"Brother Can You Spare A Dime", muy del estilo de Frank Sinatra, y donde se pudo comprobar la tremenda voz del cantante y su gusto por el swing, finalizó el primer tiempo del concierto. El descanso de veite minutos fue un motivo de crítica para algún periodista al día siguiente, pero otros grandes cantantes también lo han hecho (concretamente Sting, el año pasado y en similares circunstancias), no pasando absolutamente nada...
El Palacio entero vibró de la misma manera que el corazón de Rihanna o el mismo George en la interpretación de
"Russian Roulette", exitoso tema de la explosiva jamaicana.
"Praying For Time" llenó el ambiente de estrellas y de esperanza... o desesperanza, según se mire (And it's hard to love, there's so much to hate, hanging on to hope, when there is no hope to speak of...).También pudimos escuchar un precioso
"A Different Corner", con el que me emocioné especialmente (ainnns, qué recuerdos...)
Con unas sugerentes imágenes de la bailarina erótica
Dita Von Teese acompañando a
"Feeling Good" acabaría el show, pero la insistencia del público y los esperados bises harían que George se arrancara con varias de las canciones que todos estábamos esperando con inquietud.
Un genial
popurrí compuesto por "Amazing", "I´m Your Man" y "Freedom" levantó al pabellón entero de las butacas (¡por fin!) y provocó el delirio de muchos. Recuerdo que había un grupo de fans en los asientos contiguos, tan entregados como nosotras. El disfrute en esos momentos fue máximo, lo pasé genial. No paré cantar y bailar como una loca. Otros espectadores, como gavitana, que ha subido el vídeo siguiente, aguantaron estoicamente con la cámara/teléfono en mano para grabar el concierto. Gracias a su "sacrificio" y al de otros tantos, los demás hemos podido visualizarlo y/o rememorarlo de nuevo en la red:
El punto final llegó con
"I Remember You", acompañado por el único sonido del arpa, en la misma línea calmada que la mayor parte del la actuación.
No puedo decir otra cosa más que me pareció un conciertazo. Tengo que confesar que eché de menos algunos temas emblemáticos, como "Faith" o "Fast Love", pero supongo que tendremos que esperar a la siguiente ocasión. Desde luego, si la hay, no me la pienso perder...
Gracias Camino por compartir esos estupendos momentos conmigo, que guardaré para siempre y con mucho cariño en un rinconcito de mi corazón :)
Hoy, con la desinhibición de una adolescente en pleno "frenesí festivalero" y aún embriagada por la emoción, a lo Julia Roberts, me atrevo a decir sin pudor alguno:
I love you George!
:):):)
Berni.
Domingo 9/10/11