"Vete preparándote. Este lunes, 19 de enero, llega el 'Blue Monday', el día más triste del año, según una fórmula matemática que tiene en cuenta variables como que se han terminado las Navidades, que el frío ha llegado y que la cuesta de enero puede alargarse hasta bien entrado febrero..."
Es lo que anunciaba ayer esta noticia del Huffington Post...
El Blue Monday fue identificado en el 2005 por Cliff Arnal, experto en motivación de la Universidad de Cardiff, tras una "ardua y rigurosa" investigación. Estudiando la conjunción de tres variables (metereológicas, económicas y psicológicas), y aplicando una fórmula matemática (ya me quedo más tranquila, oiga), estableció que hoy lunes 19 de enero es el día más triste del año.
Al parecer la suma de "hace un frío del carajo"+ "no tenemos ni un chavo tras el descalabro navideño"+ "entramos en la recta final del primer mes y no hemos conseguido ninguno de objetivos marcados", puede resultar una combinación emocional apocalíptica...
Este tipo de noticias me resultan curiosas... a la par que algo absurdas... con la que está cayendo...
Si bien es cierto que las bajas temperaturas y la escasa luz solar afectan al estado de ánimo de las personas, si entendemos que "es lo que toca" en ésta época del año, quizá podamos "llevarlo" mejor. De la cuesta de Enero... en fin, "nos reímos" la mayor parte de los españoles, cuando dicha cuesta se prolonga durante los once meses siguientes y hay que hacer cábalas para llegar a fin de mes... y en cuanto a los objetivos marcados... ¿pero hay algún "alma de pollo" que todavía se los proponga?
Yo hace tiempo decidí aplicarme aquello de "no esperar nada de nadie, es preferible estar sorprendido a decepcionado", incluido de mí misma, y la verdad, es una opción bastante inteligente... :)
Así que peguemos un corte de mangas al "Blue Monday" y hagamos que sea otro lunes más... :) :)
Berni
Lunes 19/01/2015
Derrochas simpatía por todos los rincones. Así no hay quien se deprima. De acuerdo en casi todo. Yo prefiero, valga la excepción, esperar algo de los demás. La decepción me parece tan humana como el escepticismo o las expectativas. Pero la fe mueve montañas y aunque solo sea por no despreciar ese efecto dinámico tan arrollador prefiero arriesgar. Yo también decepcioné a alguien que esperaba algo de mí. Después su decepción me hizo mejor. Creo. Los hijos, ya sabes, suelen responder positivamente a la frustración que generan cuando aquellos que mantenían la fe ya no pueden disfrutar del efecto. Y ¡qué carajo! La vida no se ha hecho para los cobardes. Hay que apostar. Sin miedo. Supongo.
Gracias.
Como me gusta lo de alma de pollo ;) cuanto tiempo hace que no lo oía. Muy buena entrada Berni :)
Berni, mañana otra vez, lunes, lunes y así durante 52 veces en el año. Ja ja ja, yo ya me lo tomo a risa. Lunes, Martes...... todos los días requieren un gran esfuerzo y pesan como una losa. La fé, la ilusión, la esperanza, ¡¡cuantos aliños!! no nos queda mas remedio que endulzar el panorama. Decepciones, ¡cuantas...?!!!!! Si, yo también me decepciono, y pensando que acierto no doy una y decepciono también. ¡Que difícil darle gusto a todos!!!. En fin, es verdad que la vida no se ha hecho para los cobardes y que no sé que fórmulas tienen algunos que dominan la numerología y siempre aciertan ó debe ser el karma que unos vienen con estrella y otros estrellados. A ver si aprendemos y en la próxima vida somo mas listos.
Muchas gracias Berni y un abrazo.
María de la Cal.