Espléndida combinación de alimentos para el espíritu y para el cuerpo. Ambos tan dulces y nutritivos como la ternura y simpatía con la que siempre nos obsequias.
La categoría del fogón depende, evidentemente, de la del cocinero.
Enhorabuena.

Me gustó tu entrada literaria en el Fogón y también la tarta. Lo bueno es compartir aquellas cosas de las que una ha disfrutado. Gracias.

Javier, el libro del que hablo a buen seguro te iba a gustar. Trata temas que presumo te interesan, esos sobre los que tendrías conversaciones muy largas con un café en la mano y en buena compañía.
Siempre se me dió aceptablemente bien lo de la cocina. Me encanta "explayarme" siempre que tengo tiempo, porque el cocineo requiere tres cosas fundamentales: tiempo, ganas y mucho amor. Vamos, como la mayoría de las coas buenas de esta vida, ¿no crees? :)

Jane, estoy de acuerdo contigo. Compartir lo que uno disfruta es lo óptimo, y además forma parte del mayor goce.
Gracias a ti. Un cariñoso saludo.

Me apunto a lo del café para comentar el libro. Sólo es que me da un poquito de miedo...

Me apunto al café y a comentar los libros que haga falta para conoceros en directo.

MiAnestesista:
¿¿¿¿miedo????

Enfermero9:
La próxima desvirtualización por tu Cádiz, que también es de MiAnestesista, y zona divina del sur que adoro...
A ver si algún día de verdad nos podemos tomar ese café, unas gambitas o lo que haga falta :)

He conocido respuestas increíbles de maridos, por no decir repugnantes ("¿y cuando podrá volver a barrer?"). No esperas estas respuestas en gente normal. Por eso, leyendo tu resumen no sé si es de los que te muestra lo más descarnado, lo peor de nosotros mismos...
Por otra parte, trasladar la historia es ponerle cara. El otro día preguntabas ¿si fuera tu hijo...? Y la mayoría respondió que prefería que les ocurriera a ellos. Pues eso.