Un adiós largo y triste... casi como el que se sufre en un duelo tras la pérdida de un ser muy querido...
Los días previos tomé la determinación de que no fuera así. No quería pasarlo mal, ni que mis compañeros sintieran ni si quiera una pequeña parte de la inmensa nostalgia que me ha invadido esta semana, por más que haya intentado alejarla, pero cuando me dispuse a escribir unas pequeñas notas de despedida, no pude contener mis emociones...
No he tenido fuerzas para dar últimos abrazos, ni expresar todo lo que hubiera querido decirles...
Salí por la puerta del servicio como muchas veces la he cruzado, pensando que al día siguiente volvería a hacerlo, con mi pijama azul y mis zuecos de payaso. Pero esta vez acompañada de un sonido crepitante y seco. Un crack característico de cuando algo se quiebra en pedazos, como hojas secas en otoño que crujen bajo nuestros pies...
Las despedidas de aquellos con los que he compartido tanto, y a los que he querido profundamente, quiero, y sin duda seguiré queriendo, me resultan excesivamente dolorosas.
Por eso, más que un largo adiós, prefiero decir un HASTA LUEGO...
"How long must we keep riding on a carousel going round and round and never getting anywhere?"
Y una mañana te levantas, te miras al espejo con cierto detenimiento, y piensas:
"Diossssss, qué desastre..."
Decides apartar todas las cuestiones ineludibles que ibas a resolver en tu día libre, y dedicar las horas siguientes a solvertar, de alguna manera, ese inminente despunte de crisis existencial, consecuente del análisis meticuloso y tempranero de la visión espeluznante que acabas de presenciar.
Tras dejar al A.F.D. en el colegio, vuelves a casa para tomar el segundo café del día, terminar de adecentar ese espacio físico que tienes por casa (imposible de mantener como tu madre querría), y de arreglarte un poco... Sólo un poco, ya que piensas que en unas horas estarán solucionados todos tus problemas de imagen...
Entras en la perfumería "de las clavadas", consciente de ello, pero con determinación y alegría... Mmmmmm... y huele tannnnn bien!... Bueno, un día es un día...
Sabes que estás a punto de comprobar en tus propias "calnes" lo que Elvira Lindo expuso genialmente en aquel "discurso apocalíptico", que una vez leíste con complacencia una apacible madrugada de guardia, bendita diatracción contra los fantasmas nocturnos...
En ese artículo de opinión, la escritora analizaba con el humor que le caracteriza, la realidad de la relaciones existentes entre las féminas y estos templos particulares de la belleza:
"... a las mujeres nos gustan las perfumerías, el olor de las cremas, la textura, y está bien que en la vida no siempre prime lo práctico; es delicioso alimentar el apetito de los sentidos..."
- Hola buenas. Yo quería... una hidratante...
Lo dices con cierta timidez. Sabes que está a punto de producirse lo que la Lindo dijo:
"Una mujer, usted o yo, cualquiera, va en algún momento del mes a una perfumería. Pide una hidratante y es entonces cuando se produce la fatal transformación de la cara de la vendedora. Nos estudia el rostro, pone cara de preocupación y acto seguido, con gesto de "a ver qué podemos hacer para salvar ese desastre", coloca encima del mostrador una exfoliante, una limpiadora, una mascarilla, una crema de día, una crema de noche, un contorno de ojos, un serum y un protector solar. El montón de cajas que que nos separa a la vendedora y a la clienta es tal que casi no podemos vernos. La vendedora se ha aprendido, con el afán de vender, un discurso apocalíptico: si la clienta tiene treinta años, le dice que a esa edad hay que prevenir el deterioro; si la clienta pasa de los cuarenta, la vendedora le habla del inminente descolgamiento; si pasa de los cincuenta, le avisa del brillo que está a punto de perder, y así hasta que la clienta, digo yo, deja de ir, por falta de esperanza, o por defunción."
Menos mal. Me encuentro en el tramo final de la década de los treinta, última oportunidad para prevenir el deterioro, así que no será para tanto -pienso- no necesitaré todo eso...
Pero tras una hora y media de consejos gratuítos de belleza, salgo del establecimiento con una bolsa monísima llena de ungüentos y productos para nada regalados (sesenta eurazos tienen la culpa...). La madre que parió a la vendedora... qué poder de convicción... y una que es débil en ciertas vicisitudes... Si ya lo sabía yo... Como decía María Isabel, no me toques las palmas que me conozco... Pues eso...
Me dirijo a mi próximo objetivo: la peluquería.
En este trance es indispensable un cambio de look radical. Me lo pide el cuerpo.
Así se lo hago saber a la peluquera que me ha tocado hoy. Pediría que el "extreme makeover" me lo hiciera su compañera, a la que ya conozco y en cuyas manos me puse la última vez con óptimos resultados, pero me da vergüenza decirlo, y me dejo llevar por la profesionalidad de la muchacha...
Quiero un pelirrojo llamativo, pero como la peluquera me ve vacilar ante la carta de colores, resuelve ponerme un tono intermedio, para que el cambio no resulte demasiado brusco, y así, si no me gusta, tiene más arreglo que el color "panocha" que en un principio yo tenía en mente. Vale, pienso, buena opción...
Tras dos horas de reloj, y a media de que el A.F.D. salga del cole, estoy sentada con el pelo mojado de un color indescriptible y una facha espeluznante. Aún me tiene que cortar y peinar...
Supongo que ver mi careto ante tal espectáculo le inspiró el siguiente comentario con ánimo de apaciguar mi incertidumbre:
- Tranquila, cuando te lo seque y peine, verás los resultados.
En cuanto terminó su "obra maestra", me acercó un espejo para que pudiera contemplar la parte trasera del peinado, detalle que acabó por ofrecerme el patético colofón de aquel experimento. Y con una sonrisa profidén, y un tono un pijomegaossssea me dijo:
- ¿Te gusssssta?...
- Bueno... no está mal... me encuentro rara... - dije, en un intento infructuoso de ocultar mi disgusto...
- Claro, es que el cambio es muy brusco. Te encontrarás "rara" la primera semana...
En esos momentos hubiera contestado groseramente haciendo mención a la madre del topo, "topotamadre", pero puse cara de circunstancia, me levanté del sillón y me encaminé hacia la caja para pagar lo antes posible y salir escopetada. Quizá me daría tiempo a pasar por casa y pillar una gorra, antes de ir a recoger a mi hija...
- Son 95,90 euros.
Hijjjadepu... ¿¿¿¿pero qué me has puesto??? - pensé...
Cierto era que me había vendido un champú "buenísimo", especial "para pringadas gilipollas como yo", y para que el color permaneciera más tiempo. Por supuesto, viendo los resultados finales, no tenía la menor intención de usarlo, a ver si con un poco de suerte, el puto tinte se iba pronto...
Fui directamente al colegio, pues acercarme casa ya me era imposible...
Cuando el A.D.F. salió, vino corriendo como una fierecilla recién desenjaulada y con la misma cara de alegría de siempre, es algo que me encanta. Pero según se detuvo frente a mí, me soltó a bocajarro así, sin beso ni nada:
- Pero... ¿qué te han hecho?...
Diossss... Era la prueba que necesitaba para ratificarme que aquella peluquera había terminado definitivamente con mis esperanzas e ilusiones... Los borrachos y los niños, siempre dicen la verdad... ¿no es eso?...
- Vámonos a casa - musité cabizbaja y con un estado de ánimo a medias entre la depresión y el encabronamiento más absoluto...
Mi A.F.D., viendo el efecto que sus palabras habían generado involuntariamente en la autoestima de su madre, contestó:
- Mamá, no te preocupes. Tú siempre estás guapa...
Y para terminar este post, un tema "diferente" a lo habitual en este rincón, pero que enlaza "extrañamente" con la entrada. La versión que yo conocía es de Vargas Blues Band. A pesar de la letra absurda de la canción, esta resulta buena en la interpretación de la banda latina, pero me ha resultado imposible encontrarla.
Charly García es, en este caso, el responsable de la asociación entre raros peinados nuevos, los enfermeros... en fin, qué pirada de pinza...
La alarma social y el boom mediático que el año anterior vivimos con el revuelo de la Gripe A, parecieran encontrase en el extremo opuesto con lo sucedido este año.
Excepto la campaña ministerial de rigor, han sido y están siendo escasísimas las menciones de los casos en los medios que llegan a todo el mundo (televisión y radio); las recomendaciones y pautas a seguir para la prevención del virus es como si hubieran caído en el olvido de la población.
El invierno pasado se abría el Telediario con cada caso nuevo de H1N1. Si hacías ademán de toser, la gente te miraba mal y se alejaban de ti como si fueras un auténtico apestado. Te llamaban del colegio con carácter de urgencia para recoger al niño en cuanto el susodicho tuviera una temperatura superior a 37· (¡menudo fiebrón!), y le ponían "en aislamiento preventivo" mientras llegabas: criatura (o "bisho") solo en una habitación, con un adulto "vigilante" desde la puerta.
En mi centro de trabajo, los de Salud Laboral peinaron todos los rincones del hospital, y "atacaron", casi literalmente, al personal para que se vacunara sin dilación. Es más, iban ellos a pincharte a tu servicio... Esta campaña, sin embargo, no consiguió calar lo suficiente entre los trabajadores, y hubo un porcentaje escaso del personal sanitario que se vacunó.
Cada cual alegaba sus motivos (miedo a los efectos secundarios, "no será tan grave la cosa" o simplemente "yo paso")...
Pues ni tanto ni tan calvo, que quieren que les diga...
La GRIPE A ha llegado a las UCIs españolas, y yo, como trabajadora "en primera línea de fuego", puedo dar fe de ello (desde Diciembre lo venimos presenciando).
Los casos graves impresionan sólo con ver su situación:
Sometidos a ventilación mecánica, con hemofiltro (una especie de "riñón artificial" que compensa el fallo renal agudo), soporte vasoactivo a altas dosis, con fallo multiorgánico (FMO), etc...
Las palabras de Jordi Relló, jefe del servicio de Intensivos del Hospital Vallé Hebrón de Barcelona, indican la complejidad de estos casos:
Por otro lado, los resultados del análisis de la pandemia pasada, también hay que tenerlos muy en cuenta:
"El 30 por ciento de los casos graves carecían de enfermedad de base y los datos de Eurosurveillance de 2009 señalaron que la edad media de los fallecidos fue muy inferior a la de las personas que mueren en las epidemias estacionales de gripe".
Lo expuesto anteriormente ha sido motivación suficiente para que muchos compañeros de la UVI (médicos, enfermeros, auxiliares) que el año pasado se negaron a vacunarse contra la Gripe A, decidieran hacerlo en el presente, pese a estar fuera del período oficial de vacunación del centro, que finalizó el 30 de Noviembre. Por supuesto, Salud Laboral sigue vacunando al personal que lo desee, mientras tengan vacunas suficientes...
La vacunación es una opción personal, todos lo sabemos. Mucho se habló de si debiera ser obligatoria para los grupos de riesgo, sobre todo para los sanitarios...
Lo que me parece carente de todo sentido es trabajar en un medio hospitalario y en una unidad de Cuidados Críticos, donde se está en contacto permanente con casos confirmados de H1N1, y encontrarse "con el miedo metido en el cuerpo", pero aún así tener dudas y resistirse a la vacunación...
Es algo que se escapa totalmente a mi comprensión...
Hay compañeros que me piden opinión al respecto, y yo les digo, sin ninguna duda: "vacúnate".
Para el mes entrante, ya no estaré compartiendo penas y alegrías con mis queridos compañeros de faena de Críticos II, pues otros derroteros laborales me esperan... Pero andaré muy pendiente de todos ellos...
Pero al margen de las excentricidades de unos pocos, y de los mecanismos de auxilio disponibles, cuando un blogger desaparece por completo de la faz de este universo imaginario, existente sólo en la matriz analógica y en la mente de los que se sumergen en él a través de un teclado y una pantalla, los que se encuentran al otro lado piensan que "algo malo" en la vida real le ha tenido que ocurrir a esa persona.
Y si de esa relación particular que se crea entre lectores y bloggers, surgen sentimientos reales de aprecio y amistad, porque hay gente que tiene cierta capacidad para transmitir y generar sentimientos aunque sea en un medio tan aparentemente frío como es la red, la preocupación y la incertidumbre que la desaparición provoca, es aún mayor...
Esperando disminuir mi inquietud a través del correo en los próximos días, repaso mentalmente y presupongo cuáles son o pueden ser los motivos por los que alguien toma una decisión de tal calibre. Algunos de ellos los he vivido personalmente, y otros los he comprobado "en las carnes" de bloggers amigos...
Tampoco hay que "conceder mayor importancia" al 2.0 de la que realmente se merece, fuente potencial de demasiados conflictos en la vida real, lo que supone un argumento con suficiente peso como para dar cerrojazo temporal o definitivo a las redes sociales, la blogosfera y todo a lo que esta creación imaginaria se refiere.
La figurada defunción genera, sin embargo y paradójicamente, unas repercusiones determinadas en la realidad. Consecuencias más o menos efímeras que me hacen recordar aquel título literario del genial Moix.
Porque en contra de lo que muchos piensen, y sopesando los disgustos y las satisfacciones que he sufrido gracias a este mundo virtual, bien pudiera decir antes de una inmolación digital, "no digas que fue un sueño"...
La búsqueda de explicaciones me lleva, fortuitamente, a sugestivos espacios dentro de la vida procesada, lo que hace que, hoy por hoy, el término de suicidio virtual, no sea para mí más que una posibilidad remota, que no improbable en un futuro indeterminado...
Queriendo ser prudente, sólo puedo realizar esta entrada con pena e incertidumbre y declarar abiertamente y sin ningún pudor:
El discurso de Arcadi Oliveres i Boadella, economista y profesor en la Universidad Autónoma de Barcelona, no puede dejarnos indiferentes.
Es así como funciona el mundo.
Particularmente vergonzosos los "vínculos internacionales" que nunca salen en el telediario, sangrantes las diferencias socioeconómicas, absolutamente detestable e indecente la dominación que algunos dirigentes ejercen sobre sus propios pueblos...
¿Quién dice que los Reyes sólo son para los niños?
A los adultos también les gusta soñar, creer y pensar que la fantasía puede convertirse en realidad algún día...
Valga como ejemplo esta carta que un compañero anónimo ha decidido hacer pública en los tablones de la UVI. Para compartir su fe con todos los demás... y por si cuela...
QUERIDOS REYES MAGOS:
Este año he sido de nuevo buen@, pero no os voy a pedir esta vez joyas, o un viaje a Nueva Cork, o un reloj dolce gabbana...
Para este año quiero que me traigas una de esas superplanillas que sólo tienen 4 ó 5 personas siempre.
Para que no te pierdas te haré más fácil su identificación.
Tienen siempre una única noche extra el 25 de diciembre, el 1 de enero o el 6, de forma que tienen más fiestas libres.
Los puntos se les convierten siempre en L. Los cursos se los pillan siempre y las P llueven como caídas del cielo. Y por último, atraen la suerte en los sorteos...
Gracias de antemano. Muchos besos a los camellos.
Es una forma desenfadada e irónica de expresar su disconformidad ante un "sistema de reparto" poco claro, con el que yo también estoy en desacuerdo:
Las "semanas fantásticas" y/o "los juntes" que algunos disfrutan cuando la planilla "está siempre justa" para otros, la asignación de cursos (eso sí que tiene tela), los puntos que se convierten en libres como por arte de magia (coño, yo siempre debo llegar tarde...), etc, son indecentes y flagrantes.
ANÓNIMO (al que de verdad no conozco):
No quisiera ser "hijjjjjaputa" y quitarte esa enorme ilusión, ¿pero a tu edad aún no sabes quienes son los Reyes Magos? (Magos y Majos sólo para algunos niños buenos...)
Como decía en comentarios anteriores, hoy no soy mujer, ni tampoco ¿?...
Creo que me parezco más a un ficus.
Las salida de noches sin poder dormir y habiendo tenido un turno "glorioso" es lo que dejan:
Transformación temporal en un ser de especie indeterminada, a medias entre vegetal y animal.
Y la fotosíntesis, en un día gris como el amanecido, jodida...
Habrá que plantar cara con otras estrategias... :)
Aunque sea con un duelo atípico de DJ en una pista de tenis:
Solveing vs Sinclair
Curioso lo que nos encontramos navegando en otros espacios y desgranando la publicidad de algunos portales. De esa experiencia religiosa se puede extraer, con más o menos humor, alguna pirada de pinza, no menos chorra e insignificante. Valga este post como fehaciente prueba de ello...
Pretendiendo conjeturar sobre los propósitos del Nuevo Año de otros, pues desde hace tiempo yo paso olímpicamente de formularlos por dos motivos fundamentales:
1) El primero y con más peso argumental, porque NO ME DA LA GANA.
2) Y en segundo lugar, porque casi nunca los logro cumplir, constituyendo una vergonzante y tremebunda falacia, o quizá, para mayor congoja personal, erigiéndose como un estrepitoso fracaso de mi voluntad ante mis más íntimos deseos.
... encuentro una estrategia publicitaria que me reconcome especialmente la moral.
Como debo estar ovulando, o algo así, y estas cosas siempre me chirrían, un pensamiento diligente cruza raudo mi materia gris y se materializa en la parte más dura de mi cabeza:
YO NO DEBO SER MUJER...
No es una idea que revele mis ansias de un cambio de sexo, sino tan sólo una especulación y una duda acerca de mi género femenino, ese que se afirma en mi DNI, que yo misma siento desde que tengo uso de razón y desde que los caracteres sexuales secundarios se hicieron más evidentes en plena adolescencia...
Esta incertidumbre podría explicarse si me pongo a analizar los cuatro pilares sobre los que se sustenta la desacertada definición de MUJER, según el reclamo publicitario:
ERES FASHION:
Es que lo de fashion me parece presuntuoso e irritante.
No soy fashion ni pretendo serlo, pese a contar, supuestamente y siempre según opiniones ajenas, con un "estilo peculiar" que hace que me siente bien todo lo que me planto (insiste mi marido) o "qué mona va esta chica siempre" (según las compañeras), aunque lleve unos simples vaqueros guarripeis y una camiseta del Carrefour...
Trato de vestirme como buenamente puedo según me da el sueldo, es decir, que la locura consumista de "vamos de tiendas a quemar la tarjeta" la olvidé hace tiempo, sin tener ninguna añoranza, en ese sentido, por épocas mejores. Y el tema de las marcas, jamás lo entendí...
Si tengo que llevar un pantalón de hace varias temporadas, no me supone ningún trauma, suerte que tengo con contar con lo que poseo y no tener que ir descalza, como muchas miles de personas en este mundo.
Doy gracias por poder llegar a fin de mes, tener un plato caliente en la mesa, pagar la puta hipoteca (algún día me compensará), y poseer lo suficiente para criar y educar dignamente a mi hija, como creo que debo hacerlo.
ERES SEXY:
Mi peculiar autoestima hace que sea imposible considerarme con tal cualidad, pese a ser también una opinión en contra de lo que muchos dicen...
ERES AMA DE CASA:
Cierto, soy ama de casa. Pero no la "perfecta amita" que supuestamente debemos ser las mujeres. Odio la plancha y la compra, "tolero" el resto del "marujeo", pero no me complace en absoluto. Lo hago porque hay que hacerlo, sin más, no soy una esclava, pero tampoco una amargada housewife por mi escasa querencia a los quehaceres domésticos. Además cuento con la ayuda inestimable de mi marido.
Eso sí, me gusta bastante el cocineo, parcela en la que soy la reina indiscutible en mi casa. Debo hacerlo bien, a juzgar por lo que dicen los que lo prueban...
Y me encanta ir descalza, eso de los taconazos con el delantal, como que no me pega...
ERES PROFESIONAL:
Sí, si se entiende que currar fuera de casa es "profesional". Tampoco llevo un modeli "ejecutivaagresivafashiosexy", sino más bien todo lo contario, me manejo estupendamente con un pijama azul y unos zuecos fucsia nada glamurosos (un compañero dice que son como de payaso...), y que no es precisamente este:
Ahora cuando cambie de ubicación tendré que vestir más formalmente. Lo que voy a echar de menos mi atuendo habitual... ainnnsssss...
TODO EN UNA:
Es evidente que no doy la talla...
Ese complejo de "jabón lavavajillas", detergente, sal, abrillantador y su p*ta madre, todo en uno, como que no lo tengo.
EN DEFINITIVA, QUE NO SOY MUJER...
¿Alguna más se ha dado cuenta de que no lo es?
Bueno, sosiego amigas mías, esta revelación nos abre todo un mundo de posibilidades... jejejejejejeje...
Y como dirían algunos, sin dobleces...
Me llamo Esther, Berni para mis amigos.
Soy enfermera y he trabajado durante 17 años en un hospital público madrileño (servicios como Hematología Clínica, Recuperación Quirúrgica y Medicina Intensiva). Mi actividad laboral actual se centra en la coordinación extrahospitalaria de los trasplantes de órganos y tejidos a nivel nacional.
Este blog es personal, aunque mi profesión influya de manera directa en la redacción de muchas de las entradas que podréis leer. No obstante, EXPRESARME y COMPARTIR son los términos que mejor definirían el sentido de este blog.
Invito a hacer lo mismo a todos aquellos que lo visiten.
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