Todas las mañanas la misma rutina...
Cuando subo al servicio ya cambiada me quedan unos minutos para desayunar bien, otro café y un tazón de cereales, que la mañana es muy larga y no sé lo que me depara... Mientras leo más detenídamente el periódico. Compruebo con sensación de hastío como las cosas siguen igual. Noticias tremendas por donde abra el diario... muertes, atentados, violencia de género, catástrofes naturales... la sección de política la inicio, pero casi nunca la termino, son pocas las ocasiones en que logre mantener la atención, casi siempre me aburro soberanamente..
Me tiro de la cama, literalmente, sobre las 6h. Voy directa al baño y me posiciono bajo el chorro caliente de la ducha, paso indispensable si quiero espabilar y sacudirme el sueño.
Después un café, con mucha leche, dos de azúcar y templado, odio los líquidos muy calientes ( salvo el que me cae por la cabeza unos minutos antes )... debo ser una excepción en los miembros de mi familia, que cuentan con propiedades ignífugas en la boca y en la lengua, a juzgar por la temperatura de la estupenda sopa de mi madre y la premura con que todos se la toman...
Luego me quito el albornoz y me visto ( no estaría bien ir a trabajar con semejante pinta, aunque luego nos obliguen a llevar un "pijama" para ello )... Intento adecentarme un poco con un toque de colorete y un golpe de secador... que me deja un look a lo Tina Turner total... no me extraña que luego haya cachondeíto con los compañeros... Yo lo intento arreglar, pongo empeño en ello, pero mi pelo es absolutamente indomable ( como alguna parte de mi "yo" interior, jejeje ), perfecto para un anuncio de champú antiencrespamiento, de esos tan de moda en la publicidad actual ( parece que el pelo rizado es un castigo reciente, todas las mujeres antes debían tenerlo liso )... eso sí, solo para las escenas del "antes del uso"...en fín...
Cuando salgo de casa un cambio de ambiente me termina de despejar, brisilla otoñal en éstos días, fresca y aún agradable.
En el coche escucho música variada, según tenga el ánimo. Unas veces música tranquila, soul, funkie suave, R&B, boleros incluso... o todo lo contrario, disco, house, progressive moderado... Ultimamente opto por el segundo estilo, debo estar espídica aún por los recuerdos vacacionales...
Paro en un kiosco a comprar el periódico, siempre el mismo. El dueño ya me conoce. La misma chica del monovolúmen azul, con la música a todo trapo y con una sonrisa en la cara...
Llego al parking a las 7:10 y si me retraso tiro hacia el forense y aparco donde "los sin papeles" que disfrutan mientras maniobro con Timbaland o FloRida ( se lo pongo a propósito, me dijeron que les gustaba mucho)...
Cuando subo al servicio ya cambiada me quedan unos minutos para desayunar bien, otro café y un tazón de cereales, que la mañana es muy larga y no sé lo que me depara... Mientras leo más detenídamente el periódico. Compruebo con sensación de hastío como las cosas siguen igual. Noticias tremendas por donde abra el diario... muertes, atentados, violencia de género, catástrofes naturales... la sección de política la inicio, pero casi nunca la termino, son pocas las ocasiones en que logre mantener la atención, casi siempre me aburro soberanamente..
A las 7:45 compruebo mi puesto y marcho hacia él para que la/el compañera/o nocturno me dé el parte, con ojos vidriosos y la prisa que confiere la necesidad imperiosa de descanso. Cuando los miro pienso si yo tengo tan mala cara cuando salgo de noches... y que ese turno es el menos recomendable para la salud, sin duda alguna...
Doy un vistazo rápido a mis pacientes. Ultimamente me invade con frecuencia el mismo sentimiento que cuando leo el periódico: un hastío profundo y una tristeza indescriptible.
Ayer escuché a una compañera que hacía un comentario un tanto salvaje: "nos ocupamos de los muertos primero, después de los vivos, aunque cuando prestamos atención a los segundos, ya no hay remedio...".
Se me quedó grabada cada palabra de la frase y lo más penoso de todo es que, aunque me duela reconocerlo, en el fondo creo que es totalmente cierto...
No leas el periódico, la mayoría de las veces no merece la pena.
Me encanta cuando llega la gente del turno de mañana, oléis tan bien... jeje
Muy bueno lo del pijama, aunque nos suele pasar al revés: alguna se habrá ido hacia casa con los zuecos puestos, la venda sujetando el pelo...
Totalmente cierto...leer el periódico me reporta más disgustos que satisfacciones, aunque me gusta saber lo que ocurre alrededor, ser consciente de las realidades ajenas... ayuda a minimizar los problemas propios... no es que me aplique eso de "mal de muchos consuelo de tontos"... es sólo que me hace pensar y a la ver valorar lo que tengo, o de lo que carezco.
Es como un ejercicio de reflexión contra el egoísmo propio, inherente en todo lo humano.
No sé si lo podrás ver así, Juana, tú que eres profundamente empática y tienes presente "a todo el universo" en tu pensamiento...
Sí, Eva, la gente que llega de relevo, especialmente la del turno de mañana, es como un "refresco" para todos los sentidos...
Una vez me fuí a casa con lo puesto, de "enfermerita total" caminando por la calle Cea Bermúdez hasta la casa de mis padres (cuando aún vivía con ellos)... me dejé las llaves colgadas de la taquilla y algún alma caritativa tuvo a bien llevarlas a Asuntos Generales y avisarme de ello con un post-it anejo a la cerradura, pero a las 22:10 ya sabes... sólo quedan los pobres desgraciados del turno de noche, así que...
Leer los periódicos debería ser un ejercicio casi obligatorio: se trata de saber lo que está pasando más allá de nuestras vidas privadas, por que la vida va mucho más allá que nuestro propio culo. Por eso, ademas, es bueno leer webs internacionales (La BBC en su edición Spanish). Pero lo que realmente importa es como reflexionemos sobre lo que vemos y leemos, como lo procesamos, como lo compartimos y enriquecemos;como nos formamos una opinión más allá que la opción de pensamiento A ó la opción de pensamiento B.
Si no, un buen día, tu hijo se pondrá a quemar coches y no sabras porqué, tu pareja se quedará en una silla de ruedas y no sabrás porque; te volarán el culo en un tren y no sabrás porqué.O te dirán los porques que tienes que pensar para seguir sin leer los periódicos.
Piter, ese es el motivo por el que me "autoflagelo" con la lectura del diario... yo no lo habría podido definir con más claridad...