A veces siento nostalgia del pasado.
El mundo visto desde los ojos de un niño es mucho más "amable".
Algunos sentimientos se conforman con claridad y sencillez, se vive con inigualable intensidad, y el tiempo parece estancarse de alguna manera.
O es que cuando eres pequeño no tienes en mente nada más que lo que ocurre en el presente, porque el futuro realmente no te preocupa, y el pasado... pasado es...
Ojalá pudiéramos preservar siempre un pedacito de tierra de los campos de inocencia en donde acostumbrábamos a jugar...
" I still remember
the world from the eyes of a child
Slowly those feelings were clouded by what I know now...
Where has my heart gone?
An uneven trade for the real world...
Oh I... I want to go back to
believing in everything
and knowing nothing at all...
I still remember the sun
always warm on my back
somehow it seems colder now...
Where has my heart gone?
trapped in the eyes of stranger...
Oh I... I want to go back to
believing in everything..."
¿Se puede recuperar la inocencia? Preguntaba José I. en su blog.
Claro, solo hay que poner interés, interés en el sol, en las nubes, en las palabras de nuestros hijos, en la lluvia, en la tierra, en el amanecer, en cada caricia, en ...... todas esas cosas intrascendentes que hacen de la vida un sitio ¡sorprendente!
Creo que la inocencia pura de los niños, esa con la que ven las cosas de manera tan diferente, de manera tan sencilla, no puede recuperarse jamás.
La experiencia de la vida, tanto lo bueno como lo malo, pero sobre todo lo último, hace que sea del todo imposible.