Estos días en mi servicio casi se puede ver la sangre correr por los pasillos...

Y es que la supervisora ha dado un ultimátum para que la gente decida el periodo vacacional que desea disfrutar.

Como somos un cerro de personas, y cada uno es "de su padre y de su madre", parece lógico y necesario la existencia de una lista, en donde se tiene un lugar asignado para elegir, y que va rotando cada año...

La prioridad está clara y la determina el puesto en dicha lista:
los primeros disfrutarán del mes de descanso deseado sin problemas, y las posibilidades para los posteriores van disminuyendo según se avanzan puestos. Los últimos deberán conformarse "con los restos", con lo que nadie quiere. Suerte que tienen algunos de que lo que otros deshechan sea lo que ellos necesitan, aunque eso es raro y no suele suceder...

Pues bien...
Parece que hay quien no lo tiene tan claro, y a pesar de estar bajo la línea de "los desgraciados", se toman en serio aquello de "los últimos serán los primeros", aunque dicha expresión sea únicamente válida en el reino de los cielos.

Y menudo percal que montan...

Los días de mayor tensión en la unidad entre los trabajadores y "compañeros" siempre son los previos a la elección de vacaciones, tanto de verano, como de Navidad, porque lo de comer el turrón con la familia es una prioridad absoluta para muchos.

Parece que en cuanto se toca el tema "vacaciones", algunos sacan el hacha de guerra y no la entierran hasta que consiguen "como sea" lo deseado, aunque para ello tengan que cortar las cabelleras de los que tienen al lado, "queridísimos" compañeros el resto del año...
Ahí es donde se ve la cara oculta de la moneda...


No me gusta nada la calma tensa que se respira y en mal rollito que se genera.

Yo este año soy de las últimas, y me tendré que conformar con lo que haya, como es lógico.
En el último momento una compañera me ha ofrecido un change que nos viene a las dos fenomenal y, sin buscarlo, me ha caído un apaño estupendo.
Que astucia me falta y los cambios y tretas para estas cosas siempre se me han dado fatal, es una realidad... porque soy una auténtica pasota del tema (muchas veces no sé ni lo que libro la semana siguiente...).
Que estoy en el mundo porque tiene que haber de tó...

Mi marido dice que "me las meten dobladas", a pesar del tiempo que llevo trabajando.
Puede que tenga razón, pero nunca me ha preocupado...


4 Responses
  1. Juana Says:

    Menos mal que nosotros somos tres y nos ponemos enseguida de acuerdo.


  2. Berni Says:

    Pues imagínate una plantilla con unas 100 (sólo enfermeras), entre todos los turnos.
    Una auténtica locura...


  3. Eva Says:

    Tenéis suerte de que no os preocupen las planillas porque programarte las vacaciones no debería ser estresante. Llevo desde Diciembre estudiando las noches que hago en todo el año para así pedir el puente, verano, planes extra... para luego no hacer ni la mitad de lo que quiero, jajaja!


  4. Berni Says:

    Es la "suerte" de los que hacemos casi siempre lo mismo en vacaciones... tiene sus ventajas...