Se supone que aquellos que se dedican al cuidado de la salud de los demás y a su atención cuando ésta se ha perdido, deben estar "habituados" a manejar el tema de la muerte, porque los términos de salud, enfermedad y muerte van íntimamente ligados.
Y sobre todo, cuando se llevan varios años en la profesión, o al menos eso se supone...
Pues yo hoy, al cabo de la jornada laboral, he salido hecha mierda, y me disculpo por la expresión, pero es tal y como me sentía al cruzar la puerta del servicio.
En una unidad como la UCI es muy normal que fallezcan los pacientes, es algo previsible y esperado, dada la gravedad del estado de la mayoría de ellos... pero cuando los éxitus se acumulan en una mañana y no hay espacio físico donde ubicarlos ( y no empleo ni un ápice de humor negro en mis palabras ), el sentimiento que pesa en el ambiente y que nos afecta a todos es, cuanto menos, de un profundo pesimismo.
Sé que la muerte es la consecuencia lógica, en muchos casos, pero lo que no soporto es el sufrimiento enorme que el proceso conlleva hasta llegar a ella.
Ni para el que se muere, ni para la familia, que ha soportado el doloroso "periplo" de su ser querido de una forma más o menos estoica, actitud siempre sustentada en una esperanza de posibilidad de recuperación, por mínima que ésta sea...
Creo que aún muchos profesionales de los cuidados intensivos deben aprender mucho sobre la dignidad de la muerte y lo que define unos buenos cuidados paliativos.
La cercanía de la familia y el no sufrimiento físico o psicológico en las últimas horas de vida de un ser humano me parecen ESENCIALES, y tengo que decir, muy a mi pesar, que las actuaciones de algunos profesionales no son nada acertadas en ambos campos.
En más de una ocasión he tenido que sellar ni boca para no contradecir frases como "no se preocupen, que no ha sufrido nada", sabiendo que ha sido justo lo opuesto.
No se puede dudar en la decisión de pautar una bomba de morfina porque "se crea" que el "paciente no sufre porque está encefalopático", p.ej., cuando el rictus desencajado del moribundo está expresando lo contrario, y decir, encima, que la administración del opiáceo en éste caso supone un derroche de medios y un sobre esfuerzo en nuestro trabajo... por favor...
Tampoco se puede solicitar un "cuarto cero" cuando el paciente está agonizando, habiéndose tomado la decisión de "limitación de esfuerzo terapéutico" un día antes...
Son situaciones que "me hierven la sangre" y me carcomen la moral, porque no puedo hacer nada ante ellas, por injustas que sean, me producen una desazón tremenda y hacen que mi capacidad de aguante y mi saturación mental lleguen hasta un "nivel límite".

Siempre suelo terminar las entradas con algún vídeo musical que enlace con el tema del post, pero hoy voy a hacer una excepción , ya que mi estado de ánimo provoca una nulidad total para encontrar una canción adecuada que exprese lo que ahora mismo siento.
Mañana será otro día... seguro.
2 Responses
  1. Anónimo Says:

    Creo que esta conversación ya la hemos tenido, pero algunos "profesionales" de cuidados intensivos, ya cansados de alargar desproporcinadamente la vida del paciente en un ensimismamiento terapeútico se olvidan de ensancharla dando una calidad de muerte a ese paciente.
    A mí también me ha pasado lo de escuchar la frase de "no necesita la morfina..."
    Creo que soy bastante expresivo y que mi cara en ocasiones dice más que mi palabrotera boca, por lo que se vió obligado a decir que si quería que le pusiera algún "chupito"
    Bueno, que me enveneno, dejo este tema que no me gusta mucho.


  2. Berni Says:

    Hay cosas que cada vez tolero menos... y ésta es una de ellas... no puedo...