Pasados ya dos días clave y de los más entrañables de las Navidades, algunos especialistas de la salud nos recuerdan que es importante la moderación en el consumo de alimentos y alcohol en éstas fechas.
Sobre todo porque en personas con patologías crónicas un exceso de ambos elementos puede desencadenar un desequilibrio de la ya trastocada salud y provocar algún sustillo que los haga pasar parte del tiempo festivo en el servicio de Urgencias de un hospital...
Mi padre, sin ir más lejos, es cardiópata.
Se ganó a pulso durante años un infarto, ya que sus hábitos de vida no eran nada cardiosaludables...
Ahora no fuma, bebe con más moderación y toma una porrada de medicación que, según él, le traen por la calle de la amargura...
Dile tú al patriarca de los Bernabé que no tome un plato de cordero o que se conforme con un brindis con una escueta copita de cava...
Yo personalmente entiendo el inmenso sacrificio que personas así tienen que hacer.
Es muy fácil decirles que se moderen, pero muy difícil hacerlo cuando todo a su alrededor son excesos y los demás no dan ninguna muestra de solidaridad para con ellos.
Eso es una "p*tada"!!!, no tiene otro nombre...
Así pues, volvámonos todos comedidos, hagamos lo que predicamos y seamos buen ejemplo.
Además, éste vídeo nos cuenta que la ingesta desmedida es mala hasta para el cerebro, produce daños neuronales y puede desencadenar inflamación en parte del sistema nervioso...



Paciente cardiópata, diabético, obeso, hipertenso... y con algún grado de enajenación mental... madre mía, menuda bomba de relojería...
1 Response
  1. Berni Says:

    Algunos no aprenden.
    En éstos días mi querido y cardiópata padre se entretiene haciendo matanza en el pueblo, en compañía de un amigo de andanzas, algo más jóven y sano que él...
    Yo le digo "si no puedes comer todo eso tan rico que hacéis, ¿para que te empeñas...?"
    Eso le da una "vidilla" de mucha mayor calidad que los años que supuestamente pueda garantizarle un régimen estricto y unos hábitos supuestamente más sanos...
    He tardado en comprenderlo y aceptarlo, pero ahora no seré yo quien luche contra los elementos de una manera tan insistente...