Yo leía pacientemente junto a su cama.
D. R. siempre había sido un gran lector, y con frecuencia pedía a sus enfermeras que leyeran en voz alta y de manera pausada para poder continuar disfrutando de los libros.
De repente interrumpió mi lectura llamándome por el nombre que meses atrás había decidido para mí y por acuerdo mutuo, para que él me pudiera distinguir de otra enfermera llamada "Esther", mucho más antigua que yo en aquel su staff particular:
- Berni...
- Dígame D. R...
- Estoy pensando que es una pena que no pueda verte.
D. R. siempre había sido un gran lector, y con frecuencia pedía a sus enfermeras que leyeran en voz alta y de manera pausada para poder continuar disfrutando de los libros.
De repente interrumpió mi lectura llamándome por el nombre que meses atrás había decidido para mí y por acuerdo mutuo, para que él me pudiera distinguir de otra enfermera llamada "Esther", mucho más antigua que yo en aquel su staff particular:
- Berni...
- Dígame D. R...
- Estoy pensando que es una pena que no pueda verte.
En realidad lo que más me duele de todo es eso, el no poder ver.
Contemplando al Gran Hombre en aquellas circunstancias, "privilegiadas" por un lado, pero terribles por otro, yo no podía evitar sentir un inmensa ternura hacia él. Pero sus palabras hicieron que me sobreviviera una pena repentina y un sentimiento de desolación absoluto.
Entonces recordé unas frases que leí el "El Principito" y le dije:
- "Lo que lo hace hermoso es algo invisible... los ojos no siempre ven. Hay que buscar con el corazón" "Lo esencial es invisible a los ojos".
Entonces Él sonrió como siempre, tan generosamente...
Y yo, algo más tranquila, continué con la lectura...
Contemplando al Gran Hombre en aquellas circunstancias, "privilegiadas" por un lado, pero terribles por otro, yo no podía evitar sentir un inmensa ternura hacia él. Pero sus palabras hicieron que me sobreviviera una pena repentina y un sentimiento de desolación absoluto.
Entonces recordé unas frases que leí el "El Principito" y le dije:
- "Lo que lo hace hermoso es algo invisible... los ojos no siempre ven. Hay que buscar con el corazón" "Lo esencial es invisible a los ojos".
Entonces Él sonrió como siempre, tan generosamente...
Y yo, algo más tranquila, continué con la lectura...
Gracias Javier por tu regalo. Me ha hecho recordar con cariño a alguien especial.
Berni.
Viernes 7/5/10.
Hasta los magos más renombrados consultan sus libros de hechizos.
Ahora no me cabe duda, tu recuerdo lo confirma, Le Petit Prince es un libro de conjuros adecuado para gente competente.
Gracias a ti.
Gracias a ambos por enseñarnos a mirar
Que bonito, al igual que camino os doy las GRACIAS por este post.
De "El Gran Hombre" aprendí lecciones muy valiosas, por eso lo guardaré siempre en mi memoria, y lo recordaré de la misma manera, con tanto cariño.
Gracias D.R.
Un placer verte por aquí, Maño.
Últimamente no me manifiesto en tu blog, bueno, ni en el tuyo ni en ninguno, que estoy muy liada y apenas tengo tiempo... pero estar estoy, te leo a diario. Que lo sepas... ;)
Un beso grande.