Mañana será un día normal, un miércoles cualquiera, con un tiempo típicamente otoñal, frío y lluvioso... pero excitante y especial porque voy a conocer físicamente a una persona entrañable que conozco desde hace algún tiempo de manera virtual.
Me siento extrañamente nerviosa, como en una cita a ciegas, a la que se acude expectante, sin saber muy bien lo que el encuentro deparará... si la historia resultará amena y habrá chispa, o por el contrario, será decepcionante para una de las dos partes, o para ambas...
Me siento extrañamente nerviosa, como en una cita a ciegas, a la que se acude expectante, sin saber muy bien lo que el encuentro deparará... si la historia resultará amena y habrá chispa, o por el contrario, será decepcionante para una de las dos partes, o para ambas...
Es que en el fondo sigo siendo una niña, una niña grande... y aunque se que cuando nos convertimos en adultos hay cosas que se pierden, otras deberían permanecer siempre en nuestra alma...
Además, las chicas grandes no lloran...
Claro, que Fergie, con su pasado de "chica mala", mucho no habrá llorado... más bien habrá hecho llorar a unos cuantos...
Pump it, pump it...
Me encanta...
No creo que tú jamas puedas decepcionar a nadie. Las buenas personas nunca decepcionan, nunca.
La bondad no tiene nada que ver con lo que los demás esperan de uno, ni siquiera con lo que uno espera de sí mismo. La decepción siempre puede estar presente.