" You´ll be a poorer person all your life if you don´t know some of the great stories and great poems ".

Wall Disney.


" Serás una persona pobre de alma toda tu vida si no conoces algunas de las grandes historias y de los grandes poemas ".


Esta es la verdadera historia de La Sirenita, el cuento clásico con fondo dramático en el que se basó Wall Disney para realizar la superproducción animada, una adaptación con carácter alegre, que encanta a niños y a adultos, como la inmensa
mayoría de las películas de la conocida cinematográfica.

" En medio del mar, en un castillo de coral y conchas vivía el rey del mar con su madre y sus seis hermanas sirenas. La menor, que era la más hermosa, tenía un tesoro: una estatua de un joven. La había encontrado en un barco hundido y la había colocado en su jardín submarino.
Una a una sus hermanas mayores fueron saliendo del mar para conocer el mundo.
- Pronto será tu turno, saldrás del mar ! - le dijo su abuela,

Y llegó el día en que la sirenita nadó hasta salir a la superficie.

Allí vio un barco iluminado y se acercó para escuchar la música que provenía de él: estaban celebrando el cumpleaños del príncipe.

Los fuegos artificiales iluminaron el cielo. La sirenita estaba asustada. Entonces vio al príncipe.
- Qué guapo que es ! -, pensó - igualito que mi estatua...
Las luces se fueron apagando, acabó la fiesta.
Oscuras nubes cubrieron el cielo y hubo un relámpago. Las olas fueron creciendo hasta hacer zozobrar el barco, que acabó volcando.

La sirenita nadó entre los mástiles rotos buscando al príncipe. Gracias a la luz de un relámpago pudo ver que se ahogaba. Se sumergió y lo sacó a la superficie; lo sostuvo fuera del agua hasta que pasó la tormenta.

Al día siguiente no quedaba rastro del barco. La sirenita llevó al príncipe hasta una playa. Ella se adentró en el mar, pero volvía la cabeza para ver si el príncipe estaba bien.

Finalmente se acercó una joven y despertó al príncipe, que no sabía lo que había ocurrido. Entonces lo llevaron a un gran palacio.

Una de sus hermanas le contó a la sirenita dónde estaba el castillo del príncipe y ella fue muchas veces a verlo, siempre de lejos.
Cada día le amaba más.




- Abuela - dijo un día -, ¿ no hay ninguna manera de que me vuelva humana?.
- Sólo si un hombre se enamora de tí - dijo la anciana -. Pero a los hombres no les gustan las colas de pez!.

Entonces la sirenita decidió consultar a una bruja que vivía en el fondo del mar.

- Quieres unas piernas en vez de cola de pez ? - dijo la buja - Entonces nunca volverás a ser una sirena. Si él se enamora de otra te convertirás en espuma. Y tendrás que darme tu voz !.

La sirenita estaba tan enamorada que aceptó las condiciones. La bruja preparó una pócima.
- Debes beberla mañana al amanecer.


Así lo hizo la sirenita: sintió como si la partiesen en dos y se desmayó. Al despertarse encontró al príncipe mirándola.


- ¿ De dónde has salido ? -preguntó él. Pero la sirenita no podía decir nada: la bruja se había quedado con su voz -. Ven, te levaré a mi castillo.

A la sirenita le dolía cada paso que daba, pero al fin estaba con su amado !.

- Me recuerdas a una joven que vi una vez. Mi barco se hundió y ella me llevó hasta una playa donde me recogió otra muchacha. Es la única mujer a la que he amado. Te pareces tanto a ella !.

El príncipe no sabía que era ella quien le había salvado la vida.

- Debo ir a visitar a la princesa con la que mis padres me quieren casar - dijo -. Pero si pudiera elegir me casaría contigo.


La sirenita y el príncipe navegaron hasta el país de la princesa, donde el joven fue recibido con campanas y trompetas. Al ver ante él a la princesa exclamó:
- Fuíste tú la joven que me encontró en la playa !.
Y le dijo a la sirenita:
- Sé que te alegras por mí...

Ella besó su mano en silencio, pero se le había roto el corazón.




El día de la boda sostuvo la cola del vestido de la novia, pero la tristeza apenas le dejaba oír la música en la iglesia.

Esa tarde los recién casados partieron en un barco y la sirenita lloró recordando la primera vez que había visto al príncipe.

Entonces, al mirar el mar, vio a sus hermanas: ¿ dónde estaban sus hermosas cabelleras ?

- Le dimos nuestro pelo a la bruja para que te ayudara - le gritaron a la sirenita -. Antes de que salga el sol, debes clavar este cuchillo en el corazón del príncipe. es la única manera de que vuelvas a ser una sirena. Apresúrate !.

La sirenita cogió el cuchillo y llegó hasta la cama del príncipe... Pero era incapaz de hacerle daño !. Lanzó el cuchillo al mar. Después miró a su amado por última vez y se tiró al agua.

El sol al amanecer iluminó la cara de la sirenita.

Miles de seres diminutos volaban y la llevaban hacia el cielo.

Muy abajo pudo ver el barco del príncipe, el sol brillaba sobre su cabeza. Y todo el tiempo las hermosas criaturas cantaban dulces canciones, elevándola más y más arriba.
- ¿ A dónde me lleváis ? - gritó -. ¿ Quienes sois ?.

- Somos las hijas del aire ! - respondieron -. Volamos a los países calurosos para refrescarlos, esparcimos el perfume de las flores. Como has sido muy buena, has subido a nuestro mundo.


La sirenita extendió los brazos hacia el sol, pero había lágrimas en sus ojos.

Entonces vio al príncipe y a su esposa mirando con gran pena hacia las aguas del mar.
Parecían muy tristes, como si supieran lo ocurrido...



Ellos ya no podían verla, así que bajó junto a ellos y besó a ambos con cariño.
Y entonces voló alto y más alto, sobre las nubes, para reunirse con las hijas del viento.
El sol secó las lágrimas de la sirenita.
Ella recordó la mirada triste del príncipe y supo que nunca la olvidaría."



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4 Responses
  1. Anónimo Says:

    hans christian andersen, ¿verdad?

    un beso


  2. Juana Says:

    He visto la película de "La sirenita", tiene muchísimos símbolos.
    Los seres mágicos que llevamos dentro, quieren salir a la luz, hay que dejarlos salir ...
    La vida es mágica, muy muy mágica, lo sé porque lo experimento con cierta frecuencia.
    Un beso fuerte.


  3. Eva Says:

    Qué buen trabajo! Me encanta tu idea de poner banda audio-visual a un cuento.


  4. Berni Says:

    Eva, ya sabes que me encanta la música, es un elemento permanente en mi vida, desde que me levanto hasta que me acuesto, prácticamente.
    Siempre tengo un tema ( o varios ) en la cabeza que me sugieren cada ocasión.
    Me alegra que te guste.