Todos tenemos un Wonderwall, como en los psiquiátricos, pero imaginado... Nos ayuda a seguir, nos inspira, esperamos incluso que nos salve...
You´re my wonderwall...
Yo espero en mi rincón, parte de mi particular wonderwall, que me sirve de refugio, donde hay cabida para muchos y muy buenos sentimientos... siempre de buen rollito, sin causar problemas...
In my little bubble...
"I never meant to cause you trouble
I never meant to do you wrong
and I, well if I ever cause you trouble
I never meant to do you harm..."
"they spun a web for me..."
Wonderwall es un tema que el líder de Oasis escribió, supuestamente, para su exmujer, cuando aún estaban juntos, aunque luego él lo desmintió (asegura que fue manipulación mediática).
En los Psiquiátricos ingleses, al parecer, hay una pared donde los internos pegan fotos de amigos, familiares o lugares con algún significado... cuelgan incluso objetos, lo que les ayuda a estar vinculados con la realidad, les salva de sí mismos y promueve su curación... es parte de la terapia.
"He aprendido que escribir, al igual que hablar pueden aliviar dolores emocionales."
Jorge Bussio.
"La participación semanal en grupos terapéuticos de apoyo psicológico está relacionada con una mayor esperanza de vida en pacientes que sufren de enfermedades crónicas y algunos tumores malignos. Enfermos
de soriasis que participan en sesiones de relajación o meditación se curan más rápidamente de sus lesiones. Incluso escribir sobre
experiencias traumáticas pasadas causa una mejoría sintomática
sustancial y a largo plazo en enfermos asmáticos y artítricos."
Del libro "La fuerza del optimismo" de Luis Rojas Marcos
Acabo de encontrarle la utilidad a los confesionarios de las iglesias
Eva, me tienes despistada... estoy espesa después de un fin de semana "monotemático". Aclárame lo del confesionario, por favor...
Lo he dicho medio en broma medio en serio. He asociado los confesionarios con la necesidad de desahogarnos de nuestros problemas hablando,como ir al sicólogo. Llegas, le cuentas tus problemas, te hace unas preguntas, sigues contando, te manda unos ejercicios(3 avemarías...)y al salir dejas la "voluntad". En el fondo, el símil tiene su gracia.
Sí, Eva, tiene cierta similitud.
Lo que pasa es que yo sería capaz de contarle al psicólogo cosas que jamás confesaría a un cura, entre otros motivos, porque no creo en los pecados y no soy muy dada al culto religioso, ya sabes...
Un beso.