Hay personas que no saben qué hacer con su vida y se dedican a imitar la de los demás.

Eso mismo le debe pasar a Nayda Suleman, una espabilada estadounidense, ahora perteneciente a la jauría de "famosillos" que todo país que se precie tiene, gracias a su admiración desmedida y patológica por otra mujer, Angelina Jolie.

La imitadora ha sido capaz de someterse a varios tratamientos de fertilidad ( por supuesto, jamás reconocidos ) , cuyo fruto han sido, al menos del último, ocho hijos ( se conoce que con los seis hijos que tenía anteriormente no le eran suficiente).
Además se realizó dos operaciones estéticas, de nariz y de labios, para parecerse físicamente a la tan estupenda actríz.

Todo ello "con un buen par de c*jones", ya que la buena mujer está en el paro y no se le conoce mayor profesión que el de imitadora oficial de la Jolie y "payasa mayor del reino" ( este último título es de atribución propia, pero no me digáis que no se lo merece...)

Claro, que todo el revuelo que Suleman ha conseguido montar, la va a reportar grandes beneficios económicos...
Y oh! sorpresa! Pero si ahora parece que todas las criaturitas tienen padre!... bueno, tenerlo, lo tenían, aunque ese afortunado semental no lo sabía, según dicen...

Creo que esta historia es como un culebrón, aunque de los malos, de tercera B, por lo menos, con muchos capítulos aún por ver, pero sin ninguno interesante, porque es más de lo mismo... y con varios argumentos bien conocidos:
dinero, codicia y pocos escrúpulos.

Pues Nayda, hija, más te vale ganar mucho dinerito con el asunto, porque el cirujano plástico que vas a tener que contratar te va a cobrar caro las sucesivas rinoplastias y el trasplante de cara que vas a necesitar...
Que si a Pinocho la nariz le creció por un par de mentirijillas... a ti, guapa...
Y lo del trasplante de cara... es que con esa geta... cualquier día se te cae... de la vergüenza.
No te preocupes por los resultados de esta complicada cirugía, que no vas a ser la primera... aunque de una cosa estoy segura: que tú no mantendrás el anonimato, sería imposible...

Pero ya se sabe... el dinero es el dinero...