Estoy un poco estresá...
He llegado de la primera reunión del colegio de mi hija, y ya estoy agobiá del to´...
El lunes que viene empiezan las clases y volvemos a los horarios rígidos, que éstos primeros días serán más ajustados de lo normal, ya que hasta octubre no hay jornada intensiva que incluya las primeras horas de la tarde, lo que significa que me tendré que buscar la vida cambiando días y turnos para poder sobrellevar la "reentré".
Luego está el tema de los libros, que es peliagudo... Se me ha abierto la úlcera duodenal cuando me he enterado de lo que me va a costar éste año el asunto, unos 300 eurazos, eso sin material escolar, que ya nos darán la hojita correspondiente la semana que viene...
Por dios, que la criatura sólo tiene 6 años y va a hacer 1º de Primaria, no va a ir a la Universidad Pontificia, ni nada parecido...

Ahora es cuando me doy cuenta del enorme sacrificio que tuvieron que hacer mis santos padres para educar a sus tres churrumbeles, aún con recursos estatales, ya que siempre hemos ido a colegios, institutos y universidades públicas, la misma opción que yo he tomado para educar a mi hija.
Recuerdo que los primeros días de Septiembre comenzaban igual:
Mi hermano mellizo y yo acompañábamos a mi padre a comprar los libros a todas las editoriales existentes en Madrid (bueno, aquellas a las que correspondían los libros que nos pedían en el cole).
Íbamos junto con un primo maestro que teníamos, ya que con su carné de profesor le hacían un descuento algo mayor (tampoco muy grande, pero algo era) al de la mayoría de las librerías...
Luego nos pasábamos toda una tarde disfrutando con ese olor tan particular que tienen los libros nuevos, forrándolos con esmero, poniendo los nombres en aquellos novísimos cuadernos cuadriculados, preparando todo el material con gran ilusión y mimo, porque éramos muy conscientes de que todo eso, a nuestros padres, les había costado un riñón conseguirlo...

En unos minutos saldré con mi hija a comprobar si el pedido de libros que encargué ya está disponible, a por una mochila nueva, a renovar las merceditas azul marino y los polos blancos del uniforme, que aunque es un cole público, el uniforme es obligatorio por decisión unánime de los padres, cosa que a mí me parece estupenda...
Es decir, que ya puedo llevar el billetero lleno, que lo voy a fundir en cuanto de un paso en la calle, casi por arte de magia.
Eso sí, acompañada del "buen humor" y "las ganas" de mi hija, que nada más saber el planazo vespertino que nos espera no ha parado de quejarse, que prefiere quedarse jugando, dice la mamona... y eso que es para ella... y yo me quedaría sentada en el sillón "haciéndome la manicura", no te j*de!...
A veces le sale esa vena tirana casi innata en casi todos los niños de hoy en día, esos modales Shin-Chanianos dignos de dos buenos soplamocos "como dios manda", a pesar de que la metodología educacional moderna los desaconsejen... y yo me pongo enferma...

Igualico que cuando yo era pequeña...
"Y con Franco ésto no pasaba...", que dirían algunos...
A pesar de todo, el lunes volveremos al cole...



Berni.
Jueves 10/9/09.
3 Responses
  1. Yo acabo de volver de la misma reunión de marras. No han parado de hablar de planes de contingencia para la gripe A. Pero, por Dios...
    PD: Si te sirve de consuelo, mi enana también va a primero de Primaria y el apoquine es por el estilo. Mal de muchos :-D


  2. Berni Says:

    Sorprendentemente, en la reuníon de hoy NADIE ha mencionado lo de la gripe A, sólo han enfatizado que si los niños están malitos o con fiebre (en líneas generales), no se les dope con Dalsy y se les lleve al colegio (lo repiten siempre al comienzo de cada curso, y es, además, lo más lógico...)


  3. Berni Says:

    El boca a boca me lo van a tener que hacer a mí, cuando sepa la cifra en concreto que tengo que soltar, que todavía ayer no tenían el pedido (encima eso, estresá que me tienen...)
    Pero eso sí, pediré de antemano al que me atienda certificado médico, o andaré lista ante cualquier indicio sonoro de gruñido porcino... ;););)