Burbuja y Naranjito habían sobrevivido al viaje sin aparentes problemas.
Decidimos colocarlos encima de la repisa de la ventana que separaba la cocina del comedor, sitio luminoso y desde donde divisarían casi todo el apartamento.
Las paredes rayadas del bidón donde se hallaban sumergidos le darían un aspecto un tanto extraño a la realidad exterior, pero parecían estar bien allí...
Hacía un calor sofocante y la humedad se colaba por todos los rincones, por lo que nos marchamos fuera a tomar algo y cenar, antes de ir a la cama e intentar conciliar el sueño en aquel horno.
A la mañana siguiente me levanté con sensación de resaca, y eso que no había bebido una pizca de alcohol, pero había pasado la noche dando vueltas en la cama, en un inquietante estado, entre el mal sueño y la vigilia.
Me fui directa a la cocina a prepararme un café y vi a mi santo, que ya estaba levantado, distrayéndose con la televisión. Él tampoco había conseguido descansar.
Cuando metí el vaso en el microondas me dispuse a saludar a mis pequeños amiguitos, y he me ahí, que casi me da un pasmo al comprobar que Naranjito flotaba ladeado, e inerte, en la superficie de la botella.
- J*der! Que Naranjito ha palmado!- le dije a mi santo.
- Ya...
- ¿Cómo que "ya"? ¿Lo habías visto?
- Sí, claro...
- H*sti tú, pues haberlo quitado, que se va a levantar Marina y va a ver ahí al animalillo tieso...
Naranjito fue al cubo de la basura.
Se me pasó por la cabeza echarlo por la taza del váter y tirar de la cadena para devolverlo al mar, pero me lo imaginé putrefacto entre las inmundicias de la alcantarilla, y me dio más repelús.
Así, si Marina deseaba verlo, sólo tendría que pisar el pedal del cubo y allí lo tendría...
Cuando la fiera se levantó yo la miré con ojos lacrimógenos y la dije:
- Marina, cariño, tengo que darte una mala noticia...
- Que han cerrado la feria!- dijo ella con desilusión (Ojalá, pensé yo, que sufrimos una pequeña feria justo enfrente de nuestro apartamento, todas las noches hasta la una... Hay que ver lo que esas historias les gustan a los críos)
- No - contesté con aspereza.
Burbuja se ha quedado solito, porque Naranjito no ha sobrevivido...
- ¿Se ha muerto?
- Sí, cariño, se ha muerto.
- ¿Y dónde está? ¿Qué has hecho con él?
- Está aquí, mira...
- Pobrecito Naranjito...
Pusimos a Burbuja en una fuente honda de porcelana, era lo único que teníamos apropiado para él. Su prisión se volvió totalmente blanca, única visión por dondequiera que mirara. Pensaría que estaba en un frenopático marino., o algo similar...
Decidimos colocarlos encima de la repisa de la ventana que separaba la cocina del comedor, sitio luminoso y desde donde divisarían casi todo el apartamento.
Las paredes rayadas del bidón donde se hallaban sumergidos le darían un aspecto un tanto extraño a la realidad exterior, pero parecían estar bien allí...
Hacía un calor sofocante y la humedad se colaba por todos los rincones, por lo que nos marchamos fuera a tomar algo y cenar, antes de ir a la cama e intentar conciliar el sueño en aquel horno.
A la mañana siguiente me levanté con sensación de resaca, y eso que no había bebido una pizca de alcohol, pero había pasado la noche dando vueltas en la cama, en un inquietante estado, entre el mal sueño y la vigilia.
Me fui directa a la cocina a prepararme un café y vi a mi santo, que ya estaba levantado, distrayéndose con la televisión. Él tampoco había conseguido descansar.
Cuando metí el vaso en el microondas me dispuse a saludar a mis pequeños amiguitos, y he me ahí, que casi me da un pasmo al comprobar que Naranjito flotaba ladeado, e inerte, en la superficie de la botella.
- J*der! Que Naranjito ha palmado!- le dije a mi santo.
- Ya...
- ¿Cómo que "ya"? ¿Lo habías visto?
- Sí, claro...
- H*sti tú, pues haberlo quitado, que se va a levantar Marina y va a ver ahí al animalillo tieso...
Naranjito fue al cubo de la basura.
Se me pasó por la cabeza echarlo por la taza del váter y tirar de la cadena para devolverlo al mar, pero me lo imaginé putrefacto entre las inmundicias de la alcantarilla, y me dio más repelús.
Así, si Marina deseaba verlo, sólo tendría que pisar el pedal del cubo y allí lo tendría...
Cuando la fiera se levantó yo la miré con ojos lacrimógenos y la dije:
- Marina, cariño, tengo que darte una mala noticia...
- Que han cerrado la feria!- dijo ella con desilusión (Ojalá, pensé yo, que sufrimos una pequeña feria justo enfrente de nuestro apartamento, todas las noches hasta la una... Hay que ver lo que esas historias les gustan a los críos)
- No - contesté con aspereza.
Burbuja se ha quedado solito, porque Naranjito no ha sobrevivido...
- ¿Se ha muerto?
- Sí, cariño, se ha muerto.
- ¿Y dónde está? ¿Qué has hecho con él?
- Está aquí, mira...
- Pobrecito Naranjito...
Pusimos a Burbuja en una fuente honda de porcelana, era lo único que teníamos apropiado para él. Su prisión se volvió totalmente blanca, única visión por dondequiera que mirara. Pensaría que estaba en un frenopático marino., o algo similar...
Allí se podían distinguir bien las bolitas de comida y los gusanitos rosas que él generaba. Burbujita resultaba una auténtica máquina de comer y cagar...
Cuando tocó recoger para regresar de nuevo a la urbe, la enana quiso llevar al superviviente cerca de ella y vigilarlo cautelosamente, para que no se le ocurriera morirse.
Sacando todos los trastos del apartamento nos encontramos a dos niñas, de unos siete y cinco años, hermanas ellas, que miraban con entusiasmo el bidón cutre de transporte con Burbuja dentro.
Mi hija les explicó que su compañero había muerto tras el viaje de ida, y que esperaba que no le ocurriera lo mismo a éste que quedaba.
Las niñas empezaron a relatar su experiencia particular con los peces...
- Nosotras también tuvimos peces, pero se murieron...
Uno sangraba por atrás cuando hacía caca y otro tenía un bulto en la cabeza, con las escamas muy blancas, y parecía que se le iba a salir por ahí el celebro...
- Pues eso es porque estaban muy enfermos, y para estar sufriendo así, casi mejor que murieran, ¿no creéis?...
Dioxxx... pero qué descriptivos son los niños de ahora...
Soy yo la madre de las crías, y si no se mueren los pobres peces, practico la eutanasia con ellos... Amos, no me digas... pobrecicos...
Lo de ser así de resueltos con el lenguaje es cosa más notable en las niñas, que son como loros desde que nacen, y lo digo con conocimiento de causa.
Esta tarde iremos a buscar un compañero a Burbuja, para que la soledad y la añoranza no terminen con él, que ambas son muy malas...
"I spend my time
Thinking about you
And it's almost driving me wild
And its my heart that's breaking
Down this long distance line tonight
I ain't missing you at all
Since you've been gone
Away..."
Berni.
Viernes 4/9/09.
Cuando tocó recoger para regresar de nuevo a la urbe, la enana quiso llevar al superviviente cerca de ella y vigilarlo cautelosamente, para que no se le ocurriera morirse.
Sacando todos los trastos del apartamento nos encontramos a dos niñas, de unos siete y cinco años, hermanas ellas, que miraban con entusiasmo el bidón cutre de transporte con Burbuja dentro.
Mi hija les explicó que su compañero había muerto tras el viaje de ida, y que esperaba que no le ocurriera lo mismo a éste que quedaba.
Las niñas empezaron a relatar su experiencia particular con los peces...
- Nosotras también tuvimos peces, pero se murieron...
Uno sangraba por atrás cuando hacía caca y otro tenía un bulto en la cabeza, con las escamas muy blancas, y parecía que se le iba a salir por ahí el celebro...
- Pues eso es porque estaban muy enfermos, y para estar sufriendo así, casi mejor que murieran, ¿no creéis?...
Dioxxx... pero qué descriptivos son los niños de ahora...
Soy yo la madre de las crías, y si no se mueren los pobres peces, practico la eutanasia con ellos... Amos, no me digas... pobrecicos...
Lo de ser así de resueltos con el lenguaje es cosa más notable en las niñas, que son como loros desde que nacen, y lo digo con conocimiento de causa.
Esta tarde iremos a buscar un compañero a Burbuja, para que la soledad y la añoranza no terminen con él, que ambas son muy malas...
"I spend my time
Thinking about you
And it's almost driving me wild
And its my heart that's breaking
Down this long distance line tonight
I ain't missing you at all
Since you've been gone
Away..."
Berni.
Viernes 4/9/09.