Este es, al menos, el día que mi querido colega El Maño me tenía reservado en su programación semanal para que yo, La´Berni con acento francés, escribiera alguna entrada sobre esa parte de la anatomía femenina tan peculiar, tan nombrada, tan deseada por los varones... y también por algunas mujeres:
Las mamas.
También llamados senos, tetas, peras, ubres... o como se los quiera denominar.
Porque dicha parte cada cual la menta como le viene en gana, según las circunstancias, no siempre hay que hablar en plan finolis, o como un catedrático, vaya...
A mi el término elegido me es indiferente, cuando estamos entre amigos tocando el tema y de cachondeo ( me refiero a charlar, no a "tocar" literalmente), pero por si a alguien le parece ofensivo o demasiado cursi, para éste post yo las denominaré "pupus", apelativo gracioso de género femenino que utiliza una amiga mía, al referirse jocosamente a las suyas (no me preguntéis por qué...).
Y aquí vamos a debatir algo acerca de "Las tetas (perdón "pupus") y la estética", que es sobre lo que el Maño quiere que me disperse.
Como el tema da para mucho, me voy a centrar en algo que preocupa bastante tanto a hombres como a mujeres:
Su tamaño.
Los varones siempre andan con la cuestión de si "el tamaño importa", refiriéndose a las dimensiones de su particular miembro.
No daré rienda suelta a mi imaginación al respecto, pues no es lo que nos ocupa...
Ésta pregunta la formularé refiriéndome a las "pupus" femeninas.
¿Qué es lo estéticamente más bello, unas "pupus" voluptuosas y generosas u otras más comedidas y discretas?
¿Los caballeros las prefieren grandes, "anden o no anden", o les da igual su tamaño con tal de que sean proporcionadas a la anatomía de la fémina que las porta?
Si nos paseamos por los cuadros y esculturas de desnudos femeninos realizados por los artistas de las diferentes épocas, veremos que el gusto varía, aunque no mucho...
Las antiquísimas figuras encontradas hace miles de años como la Venus de Willendorf (30.000 años a.C.) nos dan una idea de que ya por aquellos entonces, las mamas femeninas eran cuanto más grandes más hermosas, o más importantes, ya que simbolizaban fertilidad.
"Afrodita de Cnido" es la primera escultura de un desnudo femenino que se conoce en la historia del arte griego, de mediados del siglo IV a.d.C.
Como se puede ver, el ideal se belleza femenina del momento se centraba en las caderas, anchas y con curvas, en formas redondeadas y generosas, aunque no aprecio yo especial exageración en las "pupus", respecto a otras partes del cuerpo (y tan resaltadas en las figuras encontradas de el paleolítico).
Tras un período de siglos de oscuridad (Crisis del siglo XIV, tras la Peste Negra) en El Renacimiento resurge el gusto por el desnudo y nos enseña la belleza del cuerpo humano.
Un claro ejemplo es "El nacimiento de Venus" de Botticelli:
Otros desnudos femenidos conocidos y destacados a lo largo de la historia del arte, que aquí tienen ustedes para juzgar y opinar sobre "tamaños":
"Las Tres Gracias" de Rubens (1577-1640):
Opulencia y carnes por doquier...
"La maja Desnuda" pintado entre los años 1790 y 1800, por Goya:
Buenas "pupus" tenía la Duquesa de Alba, supuesta protagonista del cuadro ( aunque un poco dispersas, una mirando pa Orense y la otra pa Barcelona...¿no? ).
Fotografía de un desnudo anónimo del siglo XIX:
Veamos algo más moderno, de una época más reciente, tras la revolución sexual de 1960...
Ustedes verán si prefieren el estilo de la famosa Twiggy, modelo de referencia en los años 60-70, escasa en todo, pero que hizo furor en su momento:
(Imagen tomada de Photobucket)
O las curvas generosas de ésta otra modelo:
Autora: Iryna Stevens.
Espero de después de ésta entrada tod@s tengáis más claro qué es lo que gusta y ha gustado a lo largo de la historia, respecto a las "pupus" femeninas...
Para mí que gana "lo grande". Así pues, las mujeres poseedoras de éstas características que alejen los complejos, que suerte tienen.
Tampoco los tengan las deladitas y con curvas moderadas, de ninguna manera, que se puede resultar muy sexy portando lo justo.
Hay gustos para todo. Y unos Wonderbra estupendos, para las que se empeñen...
Berni.
Miércoles 21/10/09.
Estoy más o menos de acuerdo con la descripción del Maño,pero lo que más me gusta es que sean bonicas.....a mí,es que todo me tiene que entrar por los ojos....que le vamos a hacer...
PD..Tampoco le he hecho ascos,si alguna vez me tuve que enfrentar a algunas grandes...jeje
Que maravilla de post, muy bien documentado.
A mi me gustan la forma en que se mueven algunos seres humanos y concretamente algunas mujeres.
Como mueven y posan con lo que tienen, da igual el tamaño o la forma, es lo que expresan en cada movimiento ......
"La belleza es una luz que ilumina la simetría de las cosas más bien que la simetría misma."
Plotinio
Hablar sobre si gusta más la nariz chata o aguileña, el cuello largo o corto, el culo plano o respingón, los labios finos o carnosos, los pechos grandes o pequeños, etc., etc., me parece estupendo y divertido si de eso se trata. Pero si de lo que hablamos es de belleza entonces la cosa cambia. Y como veo, igual que veréis vosotros, a tantas mujeres jóvenes sometiéndose a intervenciones encaminadas a conseguir sentirse bien con su físico y, en no pocas ocasiones, sin necesidad alguna, creo que deberíamos puntualizar lo que todos ¿? sabemos. Que ser hermosa, sensual, atractiva y deseable, que ser Mujer con mayúsculas, no depende para nada de todo esto. De lo que depende lo dejo a tu criterio para que lo añadas en próximos posts. Saludos. Javier.
Me alegra que os haya gustado la entrada, cuyo fin era pasar un rato divertido debatiendo sobre los gustos personales acerca de las "pupus" en plan coña.
La descripción del Maño me la imaginaba, no sé por qué... Tal vez porque ha manifestado sus preferencias de pasada en algún post suyo...
Mira el Capi, qué pillín.. jeje, que no hace ascos a nada... como debe ser un caballero...
Juana, estoy contigo en eso de los movimientos.
Muchas mujeres (y hombres también) son más atractivos por cómo se desenvuelven entre los demás y en circunstancias muy diferentes... parece que bailaran con un encanto especial...
Javier, eso que tú dices depende de lo que uno vea en el espejo cada mañana al ponerse frente al mismo, que no es más que el reflejo de lo que siente en su corazón.