Ésta entrada "la debía".

A diario en nuestro trabajo tenemos que soportar innumerables sandeces, fruto de los delirios de grandeza de nuestros superiores, o de aquellos que se encuentran, supuestamente, en un nivel más alto de conocimientos e inteligencia, y los que han olvidado las normas mínimas de educación y respeto para con los demás mortales.

Yo puedo y debo ser ciertamente condescendiente cuando me topo con individuos de tal calibre, siempre lo hago en pro de unas relaciones laborales lo menos tensas posibles, algo fundamental por dos motivos:

1) Porque es mejor llevarse bien con quien compartes tantas horas de roce.
2) Para que el mal rollo no repercuta de ninguna manera hacia el objeto de mi trabajo: los pacientes. Personas de carne y hueso, lo que conlleva sentimientos importantes de por medio.

Pero cuando me tocan "la moral" de manera repetida, no puedo evitar ser borde como nadie. Sin insultos, desde luego, pero puedo resultar incisivamente quisquillosa ("porculera", que dirían otros).

Vino un médico especialista en ORL a curar a un paciente que había intervenido días antes de un complicado tumor infiltrante. La cirugía había sido "la caña", nueve horas de quirófano, reconstrucción complicadísima con colgajo... bueno, tremendo (me alucinan esas operaciones).

Con él venía una residente joven, bastante agradable y muy correcta en el trato con los demás (vamos, lo que a mi me parece que tendría que ser siempre, sobre todo en lo referente al trato).

La cosa empezó a torcerse casi desde el principio, cuando el doctor solicitó un fotóforo para realizar la cura. Dicho aparato es una luz fría que algunos especialistas utilizan para tener un mejorado campo de visión, pero que en mi unidad no tenemos, porque, entre otras cosas, no es muy necesario.


Disponemos de unos focos de luz "normales" con los que los intensivistas realizan traqueotomías regladas en la cama del paciente sin ningún problema, pero éstos al doctor no le eran útiles.
Por ésta carencia de material estuvo jurando en arameo un buen rato "a grito pelao" en medio de la sala, quejándose de la "mierda" de unidad (palabras textuales) de cuidados intensivos que existía en el hospital, así como de la dejadez e incompetencia de la supervisora, que no hacía lo suficiente para conseguir el deseado fotóforo (algo que no está en su mano, pues las decisiones de compra de material especial no son de su competencia).

Después de una pequeña discusión, ambos médicos, jefe y residente, se dispusieron a levantar los apósitos sucios. Yo me ofrecí a hacerlo mientras ellos se lavaban las manos para después ponerse estériles, pero su sorprendente contestación fue "no, si no nos vamos a lavar... nos ponemos estériles directamente", así que continuaron retirando lo sucio y después se vistieron y enguantaron.

Me río yo de las peculiares normas de asepsia...
Algunos deberían releerse las recomendaciones básicas de la OMS en lo referente a la limpieza de manos, primer paso fundamental para una correcta asepsia, y saber que la utilización de guantes estériles no exime del lavado previo con agua y jabón (y no me refiero a un lavado quirúrgico).
Luego tenemos que soportar comentarios que me hacen hervir la sangre, como que el personal de Enfermería es el responsable de la transmisión de la flora oportunista que "pulula" por todo el hospital y que va "saltando" misteriosamente de un enfermo a otro... Hay que joderse...
Respiré hondo unos instantes y me recompuse...

El doctor se despachó agusto con la residente mientras realizaban la cura.
El pulso le temblaba y el sudor le chorreaba por la frente, su nerviosismo era más que evidente. Quizá el exudado purulento y el aspecto de la herida no era el esperado después de tantas horas de cirugía, pero de eso nadie tenía la culpa, y menos la residente, que aguantaba los improperios de su superior de manera estoica, cuándo éste le corregía con un lenguaje bastante inapropiado y poco profesional, sobre de su forma de manejarse en la cura.

A la par de todo ésto (mientras curaba e insultaba a la residente y hacía chistes sexistas), iba haciéndome unas recomendaciones muy obvias, de sobra conocidas y practicadas por el personal de Enfermería, que yo debía dejar debidamente reflejadas en nuestras incidencias.

- Claro, que aunque tú las escribas, nadie te hará ni puto caso...- remató
- No, doctor, mis compañeros suelen hacer caso de lo pautado y las recomendaciones hechas... los únicos que nunca me hacen caso son los doctores, en general...- apostillé en un tono entre jocoso y "hala, chúpate ésta..."
- Es que algunos médicos somos muy gilipollas - apuntó la residente de forma irónica, incluyéndose en el ajo para que su jefe no se mosqueara...

La cura finalizó con un festival de povidona iodada que nos hizo cambiar la cama entera del paciente, a pesar de haber tenido la precaución de poner empapadores bajo los paños estériles, puesto que además acabábamos de realizar el aseo del mismo.

Al día siguiente forré la cama y al paciente con los cuadrantes absorbentes antes "del evento".
El doctor venía de mejor humor, se trajo su propio fotóforo y a otro residente (hombre) al que enseñó con amabilidad y realizó la cura de otro talante.
Me permitió que hiciera algunas sugerencias sobre la manera de colocar los apósitos, poner bolsa de colostomía en antiguo punto de drenaje que exudaba de manera continua, sugerí una cánula de largo especial más adecuada a la anatomía del paciente, ya que con la que tenía el respirador daba una fuga enorme (y que puso, sin rechistar, para mi sorpresa)... en fin, cosas normales que manejamos bien y a diario.
Cuando se marchó comentó lo mucho que le gustaba la enfermería de la unidad, alabando nuestra profesionalidad.

La verdad es que me sorprende la actitud despectiva de algunos médicos, en el trato con los demás, ya sea con colegas, como con el personal de otros niveles.
Sé que un mal día lo tenemos todos, pero no soporto, ni creo que deba soportar, cierto lenguaje ofensivo y sexista.

En el caso de los residentes, ellos a veces tragan carros y carretas.
Yo he sido estudiante y comprendo, en parte, tener que tragar, pero es que no hablamos de lo mismo. A mí nunca me han tratado igual de mal...

Actualmente no tolero que nadie me maltrate en el trabajo, ya puede venir el jefe del servicio, del hospital, o San Pito Pato, es algo que tengo muy claro.
Creo que el respeto básico es una norma de educación elemental que yo mantengo y mantendré siempre.
Me parece justo que los demás hagan lo mismo, sin excepciones.



"What you want,
Baby I got it (menos un fotóforo)
What you need,
you know I got it...
All I´m asking is for a little respect..."


Berni.
Martes 20/10/09.

7 Responses
  1. Ana Says:

    Si algo no me gusta, en general, es la prepotencia. Hablando ahora en concreto del mundo sanitario, en el cual tengo más bien poca experiencia, he observado muchas veces cómo alguno que otro va por las unidades desprendiendo aires de grandeza.

    Y ya digo, hablando desde mi humilde experiencia yo sé de situaciones como las que cuentas, Berni. Por ejemplo de un quirófano dónde los cirujanos le soltaron de todo y más a una residente (los vasculares del hospi donde hago prácticas tienen muy mala fama, no cómo profesionales ni mucho menos, sino cómo personas). A mi jamás me ha hablado mal una tutora enfermera, hay gente más o menos simpática pero de ahí a dejar por los suelos a alguien... tiene huevos la cosa...

    En fin, de todo tiene que haber en este mundo...


  2. capitán garfio Says:

    Lo bueno de esto,por sacar algo positivo,es que alrededor de un energúmeno de estos,hay un grupo de personas que se da cuenta y que en el futuro recriminarán esas conductas,con lo cual es un animal en vias de extinción...jeje


  3. Berni Says:

    La prepotencia pierde a much@s.
    Yo no soporto que nadie me deje por los suelos.
    Eso, Ana, no debes permitirlo NUNCA.
    Ni que seas estudiante, ni residente, ni una "niña de la escuela recién acabada" (lo de niña de la escuela me reconcome).
    Los conocimientos y la experiencia ya los adquirirás, pero sin dejarte la dignidad en el camino.
    Recuérdalo siempre.


  4. Berni Says:

    Capi, yo creo que aunque haya gente que defienda su dignidad y recrimine esa actitud, los que son "asín" seguirán comportándose de esa manera siempre.
    No son una especie en extinción, de ninguna manera...


  5. Berni Says:

    Aunque a los demás sí nos gustaría que se extinguieran, jejejeje....


  6. capitán garfio Says:

    Esas personas se valen de su autoridad de rango,pero si alguien de su misma posición,o mejor,alguien de mas rango le afea su conducta,se lo pensará dos veces...es la evolución de la persona,si no,tiende a la extinción...
    Siempre predominará el ser más inteligente.......


  7. Juana Says:

    La vida gira y gira y el mundo es muy pequeñito.
    Te puedes encontrar a la persona más inesperada en el peor de los sitios ..... pasa mucho, mucho.
    Yo desde luego no trato mal a nadie, si acaso me aparto de su camino.
    Anédotas tengo para aburrir.