He encontrado un artículo en el que se expone un curioso experimento realizado en la Facultad de Psicología de la Universidad de Keele, con el que se pretendía demostrar una hipótesis:
Maldecir aumenta el umbral del dolor y, por tanto, su tolerancia.

Parece que con la investigación han encontrado una conexión clara entre "jurar en Arameo" y el alivio del dolor, aunque no saben explicar a ciencia cierta a qué se debe ésto.

No, si no voy yo mal encaminada cuando al canalizar las arterias radiales a mis pacientes les digo que pueden quejarse todo lo que quieran y más, maldecir y blasfemar e injuriar sin cuidado, mientras que no se metan con mi santa madre, que ella no tiene la culpa de que la que pinche sea su hija...

En el fondo tiene sentido común, justificado por un cierto efecto analgésico.

En vez de forrar a los pacientes con drogas para evitarles el dolor, va a tener que variarse la prescripción médica, que el paciente suelte un "mecagoentodoloquesemenea" cada 6h alternando con un "cabr*nazodemierda", y si con ésto no es suficiente, un "malditohijodep...", pero sólo como rescate, "que es muy fuerte...", y puede provocar obstrucción abdominal... digo obstrucción bucolaríngea, y todo sea que haya que pegarle una colleja para que expulse el desagravio, y luego denuncien a la enfermera por maltrato físico...

A ver si ésto tiene más efecto que algunas asociaciones "irrisorias" que a veces se pautan después de una cirugía "tonta", de esas que te abren en canal, pero "que no son ná"...
Que algunos deberían pasar por una "tonterieja" parecida para saber lo que duele...



Berni.
Viernes 24/7/09.